En el momento en el que un empleado no puede realizar sus tareas por un motivo justificado pero sabemos que regresará, entra en juego los contratos de interinidad. Te contamos todo lo que debes saber y las peculiaridades de este tipo de contrato.
¿Qué es el contrato de interinidad?
El contrato de interinidad es un contrato laboral temporal que se utiliza para cubrir una necesidad temporal de una empresa o entidad, como la sustitución de un trabajador ausente por enfermedad o vacaciones, o la cobertura temporal de un puesto de trabajo vacante.
Este tipo de contrato viene reflejado en el artículo 15 del Estatuto de los Trabajadores donde se exponen aquellos contratos de duración determinada. El contrato de interinidad no debe utilizarse de manera abusiva como sustituto de contratación indefinida, sino que debe ser utilizado únicamente para cubrir necesidades temporales reales. Además, el artículo 4 del Real Decreto 2720/1998 detalla las características y condiciones de los contratos de interinidad, incluyendo los requisitos formales, las causas justificadas para su celebración, la duración y las obligaciones de las partes implicadas
¿Cuándo se debe aplicar un contrato de interinidad?
Un contrato de interinidad se puede aplicar cuando una empresa necesita cubrir un puesto de trabajo temporalmente, por ejemplo, debido a una vacante temporal o a un aumento temporal en la carga de trabajo. Un contrato de interinidad también puede ser apropiado si la empresa necesita contratar a alguien para un proyecto específico con una duración determinada.
Otros de los casos en los cuáles se suelen aplicar este tipo de contrato son:
- Bajas médicas o bajas por maternidad/paternidad, riesgo de embarazo
- Suspensión temporal de mutuo acuerdo
- Excedencia voluntaria o forzosa
En general, un contrato de interinidad se diferencia de un contrato a término indefinido en que tiene una duración limitada y está destinado a cubrir una necesidad temporal en la empresa.
¿Qué es el trabajador interino?
El contrato de interinidad es un acuerdo laboral de carácter temporal que se establece entre un empleador y un trabajador. Su principal finalidad es sustituir a un empleado fijo de la empresa que, por diversas razones, no puede desempeñar sus funciones durante un período determinado. El contrato de interinidad puede tener una duración determinada. También puede ser de obra o servicio determinado, es decir, que finaliza cuando se completa la tarea para la que se ha contratado al trabajador.
El trabajador interino posee derechos laborales similares al resto de los empleados. Por ejemplo, la protección contra el despido, el derecho a un salario mínimo interprofesional y a la jornada laboral máxima. Sin embargo, no tiene derecho a vacaciones pagadas ni a una indemnización por despido. Esto se debe a que se considera que está cubriendo una necesidad temporal y no ocupando un puesto de trabajo fijo.
Duración del contrato de interinidad en España
En España, la duración de este tipo de contrato puede ser determinada o de obra o servicio determinado.
Si se trata de un contrato de interinidad de duración determinada, su duración estará especificada en el contrato y no podrá superar los 18 meses. Sin embargo, si se trata de un contrato de obra o servicio determinado, su duración dependerá de la finalización de la tarea para la que se ha contratado al trabajador interino.
Es importante tener en cuenta que el contrato de interinidad no es una forma de contratación a largo plazo y que debe utilizarse únicamente para cubrir necesidades temporales reales. Si una empresa necesita cubrir un puesto de trabajo de manera indefinida, deberá optar por una forma de contratación a largo plazo, como el contrato indefinido o fijo discontinuo.
Beneficios de la interinidad para la empresa
Podemos distinguir distintas ventajas que ofrece realizar este tipo de contrato para la compañía:
- Flexibilidad. El contrato de interinidad permite a las empresas cubrir necesidades puntuales de manera rápida y flexible, sin tener que realizar una contratación a largo plazo.
- Baja inversión. Al tratarse de un contrato temporal, no requiere una inversión a largo plazo en términos de formación o desarrollo del trabajador.
- Baja carga administrativa. Al no ser una contratación a largo plazo, implica menos trámites administrativos y menos responsabilidad para el empleador.
Beneficios de la interinidad para el trabajador
También existen otras tantas ventajas para el propio empleado:
- Acceso al mercado laboral. El contrato de interinidad puede ser una buena opción para personas que están buscando su primer trabajo o para aquellas que quieren tener experiencia en diferentes empresas.
- Flexibilidad.Permite al trabajador interino adaptarse a diferentes puestos de trabajo y a diferentes empresas, lo que puede ser una buena opción para aquellos que buscan variar su experiencia laboral.
- Oportunidades de empleo. En algunos casos puede ser una puerta de entrada a un puesto de trabajo a largo plazo. Muchas empresas contratan a trabajadores interinos para cubrir puestos vacantes y, si el trabajador demuestra ser competente y eficiente, puede ser contratado de manera indefinida.