La demanda de un compliance officer en las empresas está aumentando. Este término no es conocido por todos, por ello hemos elaborado este artículo para hablar acerca del papel que está tomando en las compañías a día de hoy. De esta forma podrás evaluar si necesitas esta figura en tu empresa.
¿Qué es un compliance officer?
Un compliance officer es el responsable de vigilar el complimiento normativo de la compañía. Por lo tanto, es la figura que asegura que la empresa cumple con todas las normativas actuales, estando atento también de los nuevos cambios legales que pueden surgir.
Para ser un compliance officer se debe tener conocimiento de las leyes laborales que guarden relación con la actividad que realice la empresa. Por lo tanto, debe saber perfectamente todo aquello que involucre al sector, además de los aspectos más generales que tiene que ver con las empresas en general en nuestro país, como el registro de la jornada laboral. Además de conocer todos los procesos y procedimientos de la compañía para coordinarlos con las obligaciones normativas de la compañía.
¿Qué tareas realiza este profesional?
Como hemos visto, el compliance officer es responsable de asegurar el cumplimiento normativo de la empresa. Pero no todo se queda ahí. También debe realizar otras labores como la formación de los trabajadores para que estos estén al día de las normativas legales que deben cumplir.
Así mismo, es importante que realice tareas de revisión de cómo se llevan a cabo los procedimientos de la empresa. Siendo el responsable de coordinar las formaciones y divulgar cualquier nueva información normativa relevante a la empresa. Sin olvidarnos de su labor en implementar las medidas y controles para conocer los riesgos e incidencias que puedan suceder.
Cómo apareció esta figura
El compliance officer apareció debido a las altas regulaciones de los mercados financieros y del sector farmacéutico, debido a sus extensas normativas que debían cumplirse. A raíz de diversos escándalos financieros sucedidos a principios de los 2.000, se comenzó a ver esta figura en Estados Unidos para garantizar el cumplimiento normativo.
Más tarde, este profesional ha llegado a países de la Unión Europea ante la exigencia de sus legislaciones. Incluso, en países como Alemania o Inglaterra, existen sanciones por incumplimiento del compliance officer.
Qué papel toma a día de hoy el compliance officer
Como vemos, esta figura que apareció hace un par de décadas se ha convertido una pieza esencial en las empresas para garantizar el cumplimiento normativo. A día de hoy, el papel de este profesional es clave en empresas que cuentan con múltiples regulaciones en su sector. Incluso llegando a formar parte de la toma de decisiones de la compañía.
Con la importancia que ha tomado esta figura en la actualidad, se está reclamando una regulación específica respecto al papel que ocupa dentro de la empresa y las directrices que tiene que seguir al cumplir con su labor de supervisión.
Diferencias con el Chief compliance officer
Si vamos al nivel de macroestructuras de compliance, el término que se emplea es el de chief compliance officer. Ese perfil es una figura que cuenta con una mayor autoridad y es el máximo responsable del cumplimiento normativo de la empresa. También cuenta con mayor independencia de forma operativa y financiera en la toma de decisiones de la empresa.
Así, el chief compliance officer lleva a cabo medidas de prevención de riesgos legales. Para ello es también el encargado de las formaciones del personal.
¿Y si el Compliance Officer no desempeña su labor correctamente?
Si el compliance officer no cumple con sus responsabilidades esto podría llevar a la empresa a cometer infracciones. En este caso, además de la posible sanción para la compañía, existen responsabilidades personales que afectarán al compliance officer. Como hemos resaltado, en España aún no existen procedimientos judiciales específicos hacia ellos, pero sí hay precedentes en Europa, por lo que no tardará en suceder en nuestro país. Lo que sí podemos revisar es la Circular 1/2016, de la Fiscalía General del Estado sobre la responsabilidad penal de las personas jurídicas.