El control laboral, control horario o registro de jornada no es más que otra forma de llamar a lo que los trabajadores ya conocían como fichar.
Cuando en 2019 se puso en marcha lo que hoy conocemos como la Ley de Control Horario, las empresas de algunos sectores ya llevaban un registro de la hora de entrada y salida de los trabajadores. Muchos lo apuntaban manualmente con papel y boli. Pero, aunque muchos pensaron que la nueva ley no era más que extender a todas las empresas el fichaje de toda la vida, lo cierto es el que el control horario implica mucho más.
Para qué sirve el control laboral
El registro de jornada sirve para llevar un control de las horas trabajadas por cada empleado. Al implantar el sistema de fichajes la empresa podrá saber en cada momento qué empleados están en su puesto de trabajo, lo que ayuda a controlar el absentismo laboral. Este registro permite comprobar de un vistazo los horarios de todos los trabajadores, lo que facilita gestiones como la configuración de turnos o asignar los equipos correspondientes a cada proyecto.
Por otro lado, la posibilidad de llevar un recuento de las horas trabajadas facilita la aplicación de horarios totalmente flexibles en aquellos puestos en lo que, por sus características específicas, sea factible su puesta en práctica.
Es posible que al poner en marcha, en una organización, un sistema que nos ayude a cumplir la norma, el trabajador sienta que el objetivo es imponer una mayor vigilancia y lo interprete como una medida de control. Sin embargo, el control de la jornada laboral también trae consigo beneficios para el trabajador. Éste podrá llevar un registro de sus horas trabajadas y tener la seguridad de no trabajar horas de más, horas extras, que no vayan a ser remuneradas.
Por qué es obligatorio el control laboral
El 8 de marzo de 2019 el Gobierno aprobaba el Real Decreto-Ley que modificaba los artículos 4,12, 34 y 35 del Estatuto de los Trabajadores y obligaba a todas las empresas a llevar un registro de las horas trabajadas por sus empleados.
El objetivo de esta nueva ley era solucionar las dificultades que encontraban los inspectores de Trabajo para revisar el cumplimiento de los horarios en las empresas a las que acudían.
Pero facilitar el trabajo a los Inspectores era en realidad el medio para lograr el fin último: La remuneración y cotización de las horas extras realizadas en España.
Según el Instituto Nacional de Estadística el año 2018 se habían realizado en España una media de 6,5 millones de horas extras. De las que más de la mitad, aproximadamente 3,6 millones, fueron horas extras no remuneradas y no cotizadas a la Seguridad Social. Esto supone que la Seguridad Social dejó de ingresar ese año cerca de 500 millones de euros.
Más allá del control laboral
Aunque el registro de jornada nos recuerde al fichaje de toda la vida, esto no quiere decir que haya que seguir registrando las entradas, salidas y pausas de los trabajadores de forma manual. Los sistemas de control horario se han modernizado y hoy en día hay en el mercado distintos sistemas que permiten hacer este seguimiento desde el ordenador o el móvil.
Además, muchos de estos sistemas van más allá del control horario y ofrecen a las empresas otros servicios como la gestión de nóminas, la gestión de ausencias o las vacaciones. Al integrar en un solo sistema estos trámites del día a día se optimiza el proceso y se reduce el tiempo que los trabajadores dedican a ellos.
La implantación por parte de los departamentos de Recursos Humanos de herramientas digitales que simplifican el registro diario supone para muchas organizaciones un primer paso en su digitalización.