Estamos acostumbrados a que el verano suponga una época de parón donde no ocurren grandes cambios. Sin embargo, en los últimos años, muchos empleados aprovechan sus vacaciones para cuestionar su situación en el trabajo y qué objetivos y perspectivas tienen. Por este lado, las empresas temen que se produzca una fuga de talento debido a una rotación tras los meses de verano de sus empleados.
El verano, un momento de reflexión
El verano puede ser un momento de replantearse la situación laboral para muchos trabajadores. A todos nos gustaría desconectar completamente del trabajo en los días libres, pero sabemos que esto no es nada fácil.
Por ello no es de extrañar que los empleados hagan una recapitulación de aquellas cosas que buscan cambiar en su día a día. Al fin y al cabo, el trabajo es una de las tareas que más tiempo nos ocupan en nuestra vida y a la que dedicamos buena parte de nuestra jornada diaria.
Pensar si estamos a gusto con nuestra actividad profesional, qué cosas cambiaríamos o qué queremos para nosotros son algunos de los planteamientos más habituales. Todo ello produce el fenómeno que conocemos como la gran renuncia laboral que sucedió en gran escala en EEUU frente a los empleados que decidieron cambiar y buscar nuevas oportunidades laborales. En España esta renuncia no se ha producido como tal, pero eso no quita de que el verano sea un momento determinante para la fuga de talento.
Septiembre supone el reto principal para las empresas
Para muchos, septiembre sigue significando un nuevo comienzo. Desde niños con la vuelta al cole, septiembre deja atrás los meses de verano y propone nuevos retos y objetivos a cumplir. De esta forma se estima que casi el 30% de los empleados buscan cambios laborales cuando regresan de sus vacaciones en septiembre y octubre.
Las empresas pueden anticiparse a este momento de búsqueda de sus empleados. Para ello deberá trabajar en este periodo en replantearse su posicionamiento y establecer nuevos retos y objetivos que mantengan la motivación de los empleados y fomente el desarrollo del personal dentro de la compañía.
El bienestar del empleado y el ambiente de trabajo son factores clave
Sin lugar a dudas, que los empleados estén a gusto de trabajar en la empresa hará que sea más difícil que estos decidan marcharse, por lo que reduciríamos las posibilidades de que suceda una rotación en verano. Cuidar el clima laboral que busque ante todo la felicidad de los equipos es una de las formas más exitosas de retener talento. A su vez, estaremos mejorando el employer branding por lo que podremos atraer más talento a la compañía.
De esta forma vemos cómo se debe cuidar todo lo posible la experiencia del trabajador en su paso por la compañía. Si logramos que el empleado se sienta feliz, aportará mucho más valor a la compañía y se sentirá productivo y motivado. Difícilmente septiembre será entonces una época de cambios y búsqueda de nuevos objetivos.
La ansiada flexibilidad laboral puede ser determinante
Cada vez más los empleados priorizan la conciliación laboral ante otros factores que puede ofrecer la entidad. Si la empresa apuesta por el trabajo flexible, posibilitando también el trabajo híbrido, ten por seguro que será todo un acierto.
Poder distribuir el trabajo en las horas donde nos sentimos más productivos, poder conciliar mejor nuestra vida personal y profesional o teletrabajar desde nuestra segunda residencia en verano es algo que los empleados valorarán muchísimo.
La creencia de que lo más importante en una empresa es el salario que ofrezca ha quedado en segundo plano. Según los últimos estudios realizados por la plataforma Infojobs, los empleados priorizan ante todo su salud mental. Y si buscamos conseguirla debemos confiar en el equipo, en su autogestión y aportarles todo lo necesario para que puedan crecer personal y profesionalmente en la compañía. De esta forma estaremos reduciendo a su vez las posibilidades de que tenga lugar esta rotación laboral en verano.
Sobre el autor
Periodista Digital aficionada al mundo de la tecnología y de la comunicación.
