El desarrollo organizacional parece un término que se explica por sí mismo, pero es importante que sepamos sus particularidades y qué importancia guarda para una empresa. Estamos seguros de que en este artículo podrás descubrir características y beneficios que no conocías. Toma nota, porque el desarrollo organizacional puede ser clave para enfrentarse a las nuevas tendencias de RRHH de este año.
Definición de desarrollo organizacional
Para quedarnos con el concepto clave, podemos definirlo como el conjunto de procesos, técnicas y estrategias que llevan a cabo las empresas con el objetivo de potenciar su capital humano. También se encarga de observar el funcionamiento interno para fomentar el crecimiento de la organización y ver qué beneficia o perjudica la estructura de la empresa.
En definitiva, busca hacer avanzar a la compañía a través del desarrollo de las personas que trabajan en ella, así como preparar a sus directivos para hacer frente a nuevos retos.
Características del desarrollo organizacional
Para poner en marcha y obtener las ventajas del desarrollo organizacional no nos vale con quedarnos en la definición, debemos ir más allá. Entre sus características destaca:
- La capacidad de fomentar la integración y coordinación de los equipos, mejorando con ello el clima laboral y las relaciones en la empresa.
- Si realizamos un plan de desarrollo organizacional efectivo, la empresa se adaptará a los cambios más fácilmente, pudiendo superar nuevos retos.
- Permite evaluar los distintos canales de comunicación de la empresa, preocupándose también por la interacción entre los miembros de la plantilla y sus distintos departamentos.
- El objetivo principal está claro: construir un lugar de trabajo agradable, uniendo y coordinando los equipos de forma que cada miembro de la plantilla pueda desarrollar su máximo potencial en la empresa.
¿Es realmente importante potenciar el desarrollo organizacional?
Entre los diversos conceptos de RRHH que hacen referencia al desarrollo podríamos pensar que este es uno más, pero entonces nos estaríamos perdiendo la posibilidad de mejorar nuestra empresa. Empleando el desarrollo organizacional mejoramos no solo la compañía, también a sus trabajadores, su estructura interna y el clima laboral. Todos estos factores se hacen indispensables Poder mejorar el clima laboral, preparando la compañía y a sus trabajadores de cara a los futuros cambios y retos.
No todo queda ahí, ponerlo en práctica puede aportar más beneficios de los que nos podíamos imaginar en un primer momento:
- Aumento en la productividad de los trabajadores, ligado a fomentarse su desarrollo personal. También afectará positivamente al engagement de los empleados con la empresa.
- Mejora de la comunicación interna, lo que también permitirá mayor relación y retroalimentación entre equipos.
- Mayor rentabilidad de la empresa al incrementarse la eficiencia y productividad, también lo harán las ganancias.
- Mejora continua al estar en constante desarrollo e innovación, permitiendo además alinear los objetivos de los equipos y la empresa.
Cómo llevar a cabo el desarrollo organizacional en mi empresa
Ahora que conocemos los puntos clave del desarrollo organizacional es hora de pensar cómo potenciarlo y ponerlo en marcha en nuestra empresa.
Realiza un diagnóstico de la empresa
En un primer lugar necesitaremos recopilar datos para comprender así el problema. Una apuesta segura para recopilar información consiste en realizar encuestas a la plantilla. De esta forma podremos obtener los datos necesarios para después tomar decisiones según los factores que detectemos que cojean en la compañía.
Lleva a cabo una evaluación
Ahora necesitaremos realizar una evaluación de cómo funcionan los distintos departamentos de la compañía. También se debe analizar el rendimiento en el trabajo de los empleados para detectar sus puntos laborales más fuertes y débiles. Realizar sesiones de coaching laboral puede aportarnos una visión extra que será de mucha ayuda para los siguientes pasos.
Planifica y define el proceso
Debemos determinar cuál va a ser el plan de acción, estableciendo qué vamos a hacer para solucionar los problemas que se hayan podido encontrar y qué esperamos conseguir con ello.
Implementación del plan de acción
Es hora de poner en marcha el plan de acción que sea más apropiado para las necesidades de la empresa y según el problema diagnosticado y los objetivos que queremos alcanzar.
Evaluación del proceso
Una vez finalizada la implementación hay que revisar los planes y objetivos que habíamos establecido. Tras ello, se realizarán las modificaciones oportunas del plan de acción para así lograr las metas previamente establecidas.