Ante el aviso por parte de la Organización Mundial de la Salud del riesgo de expansión del Covid-19, las organizaciones se enfrentan al escenario de tener que implantar medidas como el teletrabajo durante la crisis del coronavirus
Aunque en China ciudades como Wuhan llevan más de un mes en cuarentena, los últimos casos en Francia y sobre todo Italia, han hecho que nos planteemos si nuestras empresas están preparadas para afrontar la crisis. Hoy mismo la empresa española Endesa y su accionista mayoritario Enel, se convertían en las primeras empresas en reconocer que han establecido un plan de contingencia para evitar la propagación del coronavirus entre empleados de las dos empresas.
Con la llegada del coronavirus a Europa los departamentos de Recursos Humanos de las grandes empresas se enfrentan al reto de abordar medidas que puedan contener el contagio sin que la actividad empresarial se vea afectada.
Ausencia justificada pero ¿retribuida?
Ante este escenario tenemos que evaluar la posibilidad de que un empleado no pueda acudir a su centro de trabajo por razones como una cuarentena o porque se hayan establecido en su ciudad restricciones al movimiento.
Según recoge el Estatuto de los Trabajadores en el artículo 45 es posible suspender un contrato por fuerza mayor. Además, en el apartado 2 exonera a las partes de las obligaciones recíprocas; es decir trabajar y remunerar el trabajo. De este modo si un empleado no puede acudir a su trabajo se considerará una ausencia justificada. Por otro lado, al tratarse de una ausencia no sancionable, la empresa también puede solicitar al trabajador recuperar el tiempo de trabajo perdido o descontar la parte proporcional del salario.
En otras palabras, en este escenario la ausencia de un empleado de su puesto de trabajo es una ausencia justificada y por lo tanto no sancionable, pero no necesariamente retribuida.
El Teletrabajo como alternativa a la movilidad
Las grandes organizaciones están poniendo en práctica planes de contingencia que tratan de limitar el contacto entre empleados. Eliminar o restringir al máximo los viajes en avión, reemplazar las reuniones físicas por videoconferencias y potenciar el teletrabajo son las principales medidas.
Lo cierto es que, desde el punto de vista empresarial, el coronavirus ha puesto en marcha el que podemos llamar el mayor experimento de teletrabajo hasta la fecha. Muchas empresas en China, Corea del Sur y otros países donde los primeros casos del virus aparecieron hace semanas, han optado por potenciar el teletrabajo entre los empleados cuyo día a día no depende del uso, por ejemplo, de maquinaria específica.
En los últimos días la OMS ha pedido a los países y organizaciones que se preparen para una «potencial pandemia». Ante este escenario las empresas pueden plantearse si su organización está preparada para afrontar medidas de aislamiento como las que se han planteado en Italia. Ofrecer el teletrabajo como una alternativa real en el día a día de muchas empresas ayudará a reducir el desplazamiento diario de miles de trabajadores en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia.
Además, esta situación no sólo pondrá a prueba a las compañías, los empleados tendrán que adaptarse a un nuevo escenario y demostrar su capacidad de desempeñar su trabajo desde casa.
Poner en marcha el trabajo en casa puede ser más sencillo de lo crees, consulta en esta entrada del blog los 5 consejos imprescindibles para implantar el teletrabajo.