La fuga de cerebros es uno de los grandes problemas para las empresas que se está volviendo cada vez más frecuente junto con otros fenómenos como La Gran Renuncia producido en EEUU. Muchos empleados se van de su compañía buscando nuevas oportunidades laborales que les permitan obtener un mejor puesto y mejores condiciones laborales. Es misión de las empresas poner sus refuerzos en la retención de personal para lograr la permanencia de sus trabajadores y que estos se sientan a gusto de trabajar con nosotros. En este artículo te contamos qué aspectos debes conocer para evitar la fuga de cerebros y qué consejos tener en cuenta.
¿Qué entendemos por fuga de cerebros en las empresas?
La fuga de cerebros es un término utilizado para describir la migración de personas altamente cualificadas de las empresas. Se trata así de la migración de trabajadores altamente cualificados y talentosos desde una empresa hacia otra, en busca de mejores oportunidades laborales y un mejor salario. Esta fuga de cerebros puede tener un impacto negativo en la empresa de origen, ya que puede dificultar su capacidad para competir y crecer en un mercado cada vez más competitivo.
La pérdida de empleados altamente cualificados puede afectar negativamente la productividad y eficiencia de la empresa, ya que estos trabajadores suelen ser los encargados de liderar proyectos y tomar decisiones importantes.
Cada vez es más común que se produzca esta fuga de cerebros en países que se encuentran en desarrollo. De esta manera, los trabajadores altamente cualificados y con habilidades valiosas se van de las empresas a buscar mejores oportunidades en otros países.
¿Por qué razones ocurre la fuga de cerebros?
Según el sector y el tipo de empresa en el que nos encontremos, existen diversos motivos por los que podría suceder esta fuga de cerebros. Desde TramitApp hemos recogido cuáles son sus causas más generales por los que puede producirse:
- Ofrecimiento de mejores oportunidades laborales en otras empresas.
- Aumento de la competencia en el mercado laboral.
- Deseo de los empleados de cambiar de entorno laboral.
- Falta de oportunidades laborales en el país o empresa de origen.
¿Hay algún beneficio de producirse esta salida?
La fuga de cerebros también puede tener efectos positivos en el país de destino, ya que estos empleados altamente cualificados pueden contribuir con su conocimiento y habilidades al desarrollo científico y tecnológico de ese país. Además, la empresa que los contrata puede beneficiarse de la experiencia y habilidades de estos empleados, lo que puede aumentar su competitividad en el mercado global.
Para el trabajador, irse de su empresa actual a otra puede suponer un aumento de sus oportunidades laborales si lo realiza en otro país que esté en desarrollo. En países desarrollados, las empresas suelen ofrecer mejores salarios y beneficios laborales a los trabajadores altamente cualificados. Además, estos países suelen tener un mayor desarrollo tecnológico y científico, lo que puede resultar atractivo para los trabajadores que buscan desarrollar sus habilidades y conocimientos.
¿Cómo evitar la fuga de cerebros en mi empresa?
Desde las compañías y sus departamentos de RRHH se pueden llevar a cabo diversas acciones con el objetivo de retener nuestro talento interno. Ante todo, debemos asegurarnos de que nuestros trabajadores están satisfechos. Si los empleados se sienten a gusto trabajando en la compañía se reducirán las posibilidades de que quieran irse. Para ello debemos cuidar aspectos como:
- El clima laboral. Si buscamos mejorar la retención de empleados debemos asegurar que estén en un ambiente de trabajo agradable y positivo.
- Mantener una comunicación interna efectiva. Para ello podemos hacer uso de herramientas de gestión o un software de RRHH que nos proporcione canales de comunicación directa con el empleado.
- Gestión adecuada de la experiencia del empleado dentro de la empresa. Cada empleado tiene unas metas y expectativas diferentes. Tenemos que ser capaces de cuidar su paso por la empresa para que el trabajador decida quedarse en ella y seguir creciendo.
Es conveniente que replanteemos el sistema de gestión de RRHH de forma que responda mejor a las expectativas de los profesionales con los que contamos. Cuestionarse aspectos como si nuestros empleados están realmente motivados con su trabajo o vinculados con la empresa nos servirá de ayuda para detectar posibles carencias y hacer que su paso por la empresa tenga el mayor recorrido posible y nos aporten su máximo potencial.
Por último, debemos invertir en el desarrollo del talento interno mediante la formación. Esto permitirá al empleado no estancarse y seguir adquiriendo nuevos conocimientos y habilidades que le permitan crecer dentro de nuestra compañía.