En la actualidad, es ampliamente reconocido que el feedback es crucial en distintos aspectos de la vida: en el ámbito laboral, en las relaciones personales, en el entorno académico. Sin embargo, la percepción de estrés e incluso ansiedad que muchos líderes y empleados asocian con las reuniones de feedback se debe a una razón específica: el feedback no se está proporcionando de manera adecuada.
¿A qué se debe esta situación? A menudo se habla sobre la importancia del feedback, pero se discute poco sobre cómo ofrecerlo efectivamente. Incluso el feedback negativo, cuando se entrega de forma correcta, puede ser constructivo y esencial en el fomento de una cultura organizacional saludable. No es lo mismo señalar a alguien que no está alcanzando sus objetivos, que brindarle orientación y apoyo sobre cómo lograrlos.
¿En qué consiste el feedback constructivo?
El feedback constructivo se refiere a la práctica de proporcionar retroalimentación honesta y directa de una manera que sea beneficiosa y alentadora, en lugar de crítica o desalentadora.
La importancia del feedback constructivo radica en su capacidad para fomentar un ambiente de trabajo positivo, mejorar la comunicación y aumentar la productividad. Al ofrecer retroalimentación específica y centrada en soluciones, los líderes y gerentes pueden ayudar a los empleados a comprender mejor sus roles, aclarar expectativas y potenciar sus habilidades. En este contexto, el feedback no es visto como una crítica, sino como una oportunidad para el aprendizaje y la mejora continua.
Principales consejos para dar feedback constructivos
¿Sabes cómo dar feedback a los empleados? Formular un feedback constructivo requiere de habilidad y sensibilidad. El objetivo es proporcionar una guía que pueda ser aplicada para mejorar, sin desmotivar al trabajador. Aquí hay algunos pasos claves para formular efectivamente este tipo de feedback:
El feedback debe ser descriptivo, no crítico
Realizar comentarios críticos más orientados al reproche que a lo constructivo puede disminuir la motivación y afectar negativamente el rendimiento. No es efectivo decirle a alguien que necesita mejorar sin especificar qué y cómo. Un feedback eficaz es aquel que describe detalladamente, acompañado de sugerencias para mejorar. Detallar ayuda a identificar las áreas a mejorar o fortalecer, y a entender mejor lo que se debe hacer. Esto, sin duda, potencia la motivación y el compromiso. Es clave decir con precisión qué necesita mejorar, abordando el núcleo del problema, para basarse en hechos concretos.
- Por ejemplo, en vez de decir: «Está mal este informe». Podemos decir: «Agradezco el informe, aunque esta parte me resulta confusa, ¿podrías revisarlo para que vaya en conjunto con el resto de contenido?».
- Incluso, a la hora de dar feedback positivo, es importante continuar en la línea de que sea constructivo. No nos quedemos en un «Lo has hecho genial», argumentemos más «Me gustó mucho cómo realizaste el proyecto del pasado martes y cómo enfocaste el apartado X».
Contextualiza el feedback
Es importante situar el feedback dentro del contexto de las tareas y objetivos del empleado. Esto ayuda a entender la relevancia de la retroalimentación y su impacto en el trabajo global. Por lo tanto, sé específico, orientando la retroalimentación a labores concretas.
Las evaluaciones de desempeño pueden ayudarnos a fundamentar el feedback en datos concretos. Aquí puedes ver una guía para llevar a cabo la evaluación del desempeño en tu empresa.
Dalo en el momento oportuno
La efectividad del feedback constructivo depende también del momento y la manera en que se entrega. Es crucial dar el feedback en un momento adecuado, idealmente lo más cerca posible al evento o comportamiento en cuestión, asegurando que los detalles sean relevantes y el aprendizaje inmediato. Además, el lugar donde se da la retroalimentación es de suma importancia; se debe elegir un espacio privado y sin distracciones, lo que favorece una discusión abierta y sincera, evitando la preocupación de ser escuchados por otros.
Enfoca la retroalimentación en las fortalezas
Idealmente, la mayoría del feedback que se da debe ser positivo. Si siempre se enfoca en los errores, no esperes más que frustración y desmotivación. Cuanto más feedback positivo ofrezcas, mejor se recibirá el negativo. Recuerda además dirigirte a las acciones o resultados del empleado y no a su personalidad o carácter.
Alineado con los valores de la empresa
El feedback no se trata de opiniones personales, sino de reflejar lo que valora la organización, sus objetivos generales, principios y metas. Por ejemplo: «Valoramos cómo tu empatía se alinea tan bien con la cultura de la empresa y el ambiente que queremos fomentar».
No lo enfoques como un monólogo
Adoptar una actitud empática y respetuosa al dar feedback es esencial. Mostrar comprensión y ofrecer apoyo puede influir positivamente en la recepción del mensaje. Además, es importante que el feedback no se presente como un monólogo, sino más bien como un diálogo. Invita al empleado a compartir su punto de vista y a participar en la conversación para fomenta un ambiente de colaboración y respeto mutuo.
¿Cómo finalizar la conversación?
Para finalizar de manera efectiva una conversación de feedback constructivo, es importante comenzar con un resumen de los aspectos más importantes discutidos, asegurándonos de que el empleado entiende tanto las áreas en las que destaca como aquellas en las que necesita mejorar. Es esencial preguntar si necesita alguna aclaración sobre lo hablado. Recuerda que proporcionar recomendaciones o pasos a seguir puede ser muy útil para el empleado receptor del feedback. Esto facilitará la aplicación de los cambios sugeridos.
Por último, es crucial mostrar apoyo y disponibilidad para asistir al empleado en su proceso de mejora, haciéndole saber que puede contar con tu ayuda y orientación.
Sobre el autor
Periodista Digital aficionada al mundo de la tecnología y de la comunicación.
