Las empresas deben sustentarse en unos cimientos sólidos creados con los propósitos que servirán como eje para su crecimiento. No todas las compañías tienen claras cuáles son sus cualidades clave que las define. Por ello en este artículo hablaremos de estos valores de una empresa que debemos estipular para poder interiorizarlos y transmitirlos tanto a la plantilla, como de forma externa a los clientes.
Debemos ser conscientes de que estos valores se dirigen a un público objetivo y pueden provocar mayor o menor atracción, o incluso rechazo. Es importante que tras la definición de estos valores los tengamos presentes cada día para ponerlos en práctica y que verdaderamente influyan en nuestra filosofía. Para inspirarnos, podemos ver el ejemplo de empresas con fuertes valores para ver cómo logran tenerlos presentes en el día a día.
En primer lugar, ¿qué son los valores de una empresa?
Las empresas necesitan poseer unos valores esenciales de tal forma que, cuando existan cambios o necesite tomar decisiones, estos valores sean la brújula que guíe a la compañía. Por lo que podemos definirlos como las características y principios éticos y profesionales que definen a la compañía. Estos principios garantizan la visión y objetivos principales de la empresa, tanto de forma interna como externa.
Los valores de la empresa, a su vez, sirven como eje para su crecimiento, fortaleciendo la cultura y comunicación interna y buscando actuar con coherencia en la toma de decisiones.
Por qué son importantes los valores en las empresas
Todas las empresas cuentan con unos valores; cada acción o decisión tomada los reflejan. La clave está en que estos valores coincidan con la imagen que la empresa quiere transmitir a sus trabajadores y a los clientes.
Una de las características más importantes que aportan estos valores es guiar a la plantilla a la hora de lograr sus objetivos profesionales. También, tiene como misión generar mayor credibilidad y confianza de la empresa, ya que da la imagen de una compañía más consolidada y unificada. Para ello, contar con unos valores bien estipulados ayuda en la mejora de la cultura interna de la compañía, que actuará con mayor coherencia en la toma de decisiones.
Por último, hay que destacar la importancia de trabajar conjuntamente en la empresa para la consecución de los valores. Todos los departamentos deben trabajar en el seguimiento de los valores fijados para cada proyecto o decisión que se tome. De esta forma se actuará en consecuencia independientemente del departamento, jefe o responsable al cargo.
El clima laboral relacionado con los valores de la empresa
Si nos encargamos en definir unos valores y principios sólidos para nuestra empresa influirá también en el clima laboral que exista en ella y en la visión que tengan los trabajadores.
Para mejorar este clima laboral y el employer branding es importante que sepamos reflejar correctamente la cultura organizacional que representa a la empresa. Fomentando unos valores compartidos por la plantilla será más probable que ella nos recomiende y que más talentos busquen trabajar en la compañía.
Cómo elegir los mejores valores para nuestra empresa
Los valores que definen a una empresa suelen establecerse en el nacimiento de la misma. Pero cuando la compañía ya está en funcionamiento existe la posibilidad de redefinir y diseñar estos valores clave.
Contar con la valoración del conjunto de la plantilla es indispensable para formularlos, ya que nos dará una visión mucho más completa. Si cada departamento, equipo o trabajador individual aporta su listado de cuáles cree que son los valores de la empresa, podremos elegir entre los valores más importantes y repetidos.
Saber cómo hacer dinámicas de grupo imaginando a la empresa en diferentes situaciones nos ayudará también a definir los valores. ¿Imaginas cómo actuaría tu compañía si sucediese esto?, ¿qué limite no podría sobrepasar?, ¿cómo definirías entonces sus valores? Estas serían algunas de las preguntas que debemos plantearnos.
Valores imprescindibles para las empresas
Sabemos que cada entidad es única y que cuenta con unas cualidades diferentes. Pero existen una serie de valores que pensamos que deberían compartir a nivel general. Estos son algunos de los más reconocidos:
Honestidad
Si buscamos que nuestra empresa sea creíble y aporte una buena imagen desde fuera, debemos cuidar internamente la sinceridad de la misma. Priorizar la honestidad como valor empresarial es una apuesta que, aunque pueda perjudicarnos a nivel comercial o de marketing, nos aportará beneficios a medio o largo plazo. ¡Sinceridad ante todo!
Diligencia
La capacidad de contar con una plantilla que realice las tareas al momento sobrellevando la situación y no alargarlo para más tarde es una de las cualidades más valoradas por los responsables de RRHH. El espíritu por alcanzar todos los objetivos y cumplir con las responsabilidades de cada uno se debe extender a toda la organización.
Justicia
La propia empresa debe atajar los problemas e injusticias que puedan ocurrir en la compañía antes de que pueda afectar a los empleados. Este valor antepone las decisiones bien razonadas ante favoritismos u otras actitudes que puedan considerarse injustas. Para ello los responsables de la empresa deben actuar con exigencia y, ante todo, ser justos.
Adaptabilidad
En una sociedad tan cambiante, solo las empresas que mejor se adaptan al cambio son las que se mantienen en el mercado. Si nuestra compañía se antepone a los cambios y no vive en una burbuja de confort, podremos aprender mucho más de lo que nos rodea y saber adaptarse y recalcular cuando sea necesario. Claro está, adaptarse priorizando siempre nuestros valores.
Compromiso
Muy ligada a la coherencia empresarial, actuar con compromiso nos hará tener presente el porqué de cada decisión que realicemos. Este valor nos ayudará a comprender el impacto de nuestras acciones y no dejarnos perder en las tareas cotidianas. También forma parte del compromiso de la empresa hacia los demás cuidar y trabajar en su propio desarrollo organizacional.
Transparencia
Ser claros en la prestación de los servicios, en su descripción y no esconder información relevante. En esto se basa la transparencia que tanto buscan y aprecian los clientes. Si no es así podríamos correr el riesgo de perder confianza. Los clientes buscan empresas que les transmitan confianza y no llevarse sorpresas después con la letra pequeña a traición o tener sorpresas en el servicio.
Constancia
Una empresa que inculque unos valores de constancia significará que actúa con perseverancia, busca ante todo conseguir los objetivos y estar al pie del cañón en todo momento. La constancia debe ser un valor que salga en aquellos momentos más difíciles para la compañía donde tendremos que aportar esfuerzo y esperanza.
Cercanía
Que la compañía se muestre cercana a sus clientes será parte de su éxito. De esta manera la empresa puede lograr hacer a sus consumidores partícipes de su cultura organizacional y valores de la compañía. Si aportamos cercanía a los clientes resultará mucho más difícil que se rompa este vínculo de cara a nuevos competidores.
Inconformismo
Ser competentes y no quedarnos nunca en lo que se espera de nosotros ayudará a nuestra empresa a crecer. Si solo optamos a hacer las cosas bien, no aprenderemos e innovaremos en nuestro día a día. Por ello, dar lo mejor a nivel individual como de equipo y no conformarnos nunca debe ser una cuestión clave.